lunes, 23 de agosto de 2010

Regreso

Ya estamos de vuelta de las vacaciones con ánimos renovados y ganas de continuar aburriendo con este pequeño espacio.

Como seguramente sabrá, la solución al "enigma" plateado en la última entrada es Bagur (en catalán Begur).

Precioso pueblo situado en pleno centro de la Costa Brava.

En él se encuentra el famoso castillo, contruido sobre un antiguo poblado ibérico y ya documentado en el año 1019, cuando era propiedad de Arnust de Begur, a quien se debe su construcción.


El castillo se levanta sobre un promontorio desde el que se pueden admirar unas impresionantes vistas del mar Mediterráneo y de toda la comarca, llegando a verse, en días de buena visibilidad, las imponentes moles de los Pirineos.

Una curiosidad del castillo es que fue volado en tres ocasiones: la primera, en 1468, durante la Guerra Civil Catalana; la segunda, en 1694 durante la invasión francesa del duque de Noailles; y la tercera y definitiva, en 1810, durante la Guerra de la Independencia. Es el precio que pagó la población por estar tan bien posicionada estrategicamente.

Otra característica de Begur es la abundancia de personas de este pueblo que, durante el siglo XIX, cruzaron el Atlántico para ir a "hacer las Américas". Son los conocidos como "indianos". Cuando regresaros con los bolsillos llenos gracias, a menudo, al comercio de esclavos, levantaron favulosas residencias de estilo indiano. Gracias a esta arquitectura, Begur se ha convertido en referente en este tipo de constucciones.

Por último, no podemos olvidarnos de sus playas. Sin duda de las más bonitas de la Costa Brava.

Desde Tamariu,

hasta Sa Riera,

pasando por Aiguablava o

Platja Fonda,

las playas de este municipio lo han convertido en un destino turístico de primer orden.