jueves, 10 de mayo de 2012

Noticia

El Parlament aprueba tapar con las cuatro barras el escudo de Felipe V


El nuevo escudo se inaugurará en la Diada y no habrá presupuesto extra por las obras 

El escudo de la fachada del Parlament de Catalunya: las cuatro barras, en 1932; el escudo de Felipe V recuperado tras la Guerra Civil; y el nuevo proyecto de cuatro barras


Jordi Barbeta


El escudo de armas de Felipe V, el primer rey de la casa de Borbón, desaparecerá de la fachada principal del Parlament de Catalunya. No será destruido, ni arrancado, pero será tapado por el escudo tradicional catalán de las cuatro barras, restituyéndose así el que se colocó cuando, en tiempos de la República, Francesc Macià decidió ubicar el Parlament en la antigua fortaleza militar símbolo de la represión contra las libertades nacionales y el pueblo de Catalunya.

La Mesa de la Cámara catalana aprobó ayer sin votos en contra, aunque con las reticencias expresadas por el representante del PP, Pere Calbó, restituir el escudo tal como se diseñó durante la Generalitat republicana y tapar el escudo de armas del rey que, amparándose en el derecho de conquista, firmó el decreto de Nueva Planta, que abolía los fueros, las constituciones y las instituciones catalanas e imponía las leyes de Castilla.

Este escudo se mantuvo en distintas ubicaciones siempre principales mientras el edificio tuvo un uso como fortaleza militar, hasta que se convirtió en sede del Parlament de Catalunya en 1932. Tras la Guerra Civil, el régimen franquista volvió a utilizar el edificio de la ciudadela como fortaleza militar, tal como había previsto Felipe V doscientos años antes. Hubo un tiempo en que se planteó convertir el edificio en Palacio Real, pero la idea nunca llegó a prosperar y el escudo del rey que acabó con los fueros catalanes se ha mantenido en su lugar preferente hasta ahora, a pesar de la recuperación del autogobierno en 1980.

El proyecto de reforma de la fachada viene determinado por la voluntad de la presidencia del Parlament de realizar una reparación histórica de gran simbolismo y conmemorar al mismo tiempo el 80.º aniversario del restablecimiento del Parlament durante la Generalitat republicana.

Los trabajos se realizarán con antelación suficiente para que el nuevo escudo de la fachada principal pueda inaugurarse durante los actos de la Diada Nacional de l'Onze de Setembre de este año. Habida cuenta la situación de crisis y la voluntad ahorradora de la presidencia del Parlament, se ha optado por un proyecto de ejecución rápida que, según consta en el dossier, "comporta a la vez unos costes relativamente bajos, una larga durabilidad en el tiempo y un resultado discreto y poco agresivo por la composición volumétrica del propio escudo".

Fuentes parlamentarias han informado de que el presupuesto de las obras será incorporado al de la celebración de los actos de la Diada Nacional y que en ningún caso los gastos superarán los del año anterior. Es decir, que lo que cueste la reforma del escudo y la fachada se recortará de los actos institucionales de la Ciutadella.

La reforma plantea unas consideraciones estético-simbólicas que probablemente provocarán alguna polémica, porque el escudo de Felipe V no se retira y se tapa únicamente la parte central, es decir, que se mantendrá la corona encima de las cuatro barras. En el dossier del proyecto se justifica en que se restituye exactamente el proyecto "de la misma manera que hizo el president Macià en el año 1932, durante la época de la República", es decir, que no se cubrirán "los leones, los cañones, las banderas y otros elementos ornamentales que lo envuelven". La corona, que es símbolo de soberanía, también figuraba en el escudo de la República.